El papel está muerto, vale. No voy a discutir. Yo soy de las que si me mantengo tan joven «será porque no discuto» (je, je) Pero a mí el papel ME GUSTA. Me gusta como me gusta la madera. Y de momento toco papel para pasar las páginas de mi libro de cabecera, toco papel para pasar las páginas de las revistas que me compro, que son muchas. Y pido tarjetas cuando un restaurante / hotel / café / loquesea me gusta.
Hace unos días encontré husmeando por internet una imprenta ecológica, Impresum, que presume de cuidar el planeta con postulados del tipo «No salvaremos el planeta, pero nos preocupamos por el medio ambiente». Pues una de sus acciones ha sido reemplazar las consabidas cajitas de metacrilato para tarjetas de visita por unas cajitas de cartón automontables, con unos colores en la base ideales.
Las cajitas «molonas» para tarjetas, como ellos mismos las han bautizado, las presentan en un vídeo montado con un gusto exquisito, en el que hemos reconocido al diseñador Juan Nava (bien!).
Unas cajas para tarjetas from impresum on Vimeo.
¿Has pensado imprimirte unas tarjetas de visita? Puedes encargar el proyecto online en Impresum, es súperfácil. Para tu negocio, o porque te cambias de casa (mi pareja y yo nos imprimimos unas cuando nos fuimos a vivir juntos, nos hacía tanta ilusión), para alguien que se estrena en el mundo laboral… hay mil excusas. Me gusta el detalle de que las tapas sean de papel kraft, que es el papel «por excelencia» (en mi cabeza, en mi cabeza), y me gusta que la base de cada cajita sea de un color, porque es divertido.